Volando desde un avión miramos abajo, siempre miramos abajo. Vemos el horizonte, las nubes bajo nosotros, el mar tan lejano, infinito y aletargado.
Vamos relativamente cómodos en un sillón a una altura más que considerable. ¿Qué importa en esa situación?.
Vemos tierra, casas, parques, coches, ¿personas?. No, apenas las vemos, son sólo puntos en una imagen. Maravilla ver la estructura de las urbes, las grandes construcciones, los entramados y ramificaciones callejeras. Incluso maravilla pensar que todo eso lo ha planificado y desarrollado alguien. Aún así, no pensamos en eso, no cuando estamos volando. Señalamos con el dedo nuestra casa, nuestro barrio, nuestro pueblo, pero en ese momento es todo lo que hay en nuestra cabeza. Por un momento olvidamos la gente, olvidamos los problemas cotidianos, las broncas, el orgullo y la vergüenza. Simplemente desde arriba, observando.
Pienso demasiado cuando voy en avión, pienso en muchas cosas, pero es curioso cómo pienso "desde arriba", sin preocuparme demasiado. Probablemente si existe algún dios y es verdad que se parece a nosotros, piense lo mismo. Desde la altura se ve todo de otra forma.

P.D.: ¿Por qué las azafatas de vuelo hablan como si estuvieran fumando marihuana o teniendo un orgasmo?
2 comentarios:
viajar el avión es darle rienda suelta a la imaginación. Hace poco escribi algo similar a "Desde un avion", definitivamente los aires son un gran lugar para estar.
bueno, si desde el aire es un buen lugar para pensar... prueba a cojer el armas y sus 3 horitas.. que no sé si es un buen lugar, pero tiempo.. tiempo tienes más que de sobra xD
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