martes, 26 de mayo de 2009
De simbolización y publicidad
¿Qué ha hecho Apple para llegar a ser tan venerada dentro del mundo informático y, en general, de aficionados a la electrónica?
Apple ha jugado como ninguna otra compañía, y lo ha hecho poco a poco, ganando adeptos a base de méritos, como si del boca a boca del sector hablásemos. Ha creado una religión, tal vez sin quererlo, tal vez queriéndolo, inteligentemente.
Desvinculándose desde el principio de la informática “vulgar”, la compañía de Cupertino enfocó su mercado a algo más, aunque ello repercutiese en el precio de sus productos. Ofrecían (y ofrecen) calidad, efectividad y diseño, pero, por supuesto, previo reembolso. Tanto es así, que tiempo atrás (hoy la diferencia económica es prácticamente inexistente con la competencia), los productos que lucían la conocida manzana mordida eran considerados exclusivos, dirigidos a gente pudiente, o a verdaderos profesionales.
Así podemos ver que en prácticamente en todas las puntas de la profesionalidad se encuentran Mac’s: diseño digital, publicidad, edición de video, edición de sonido, etc. Suponen lo mejor, llevan asociada la imagen de lo mejor, de la calidad, ligada al estilo.
Justo en cuanto a imagen es a lo que quisiera referirme. Y es ahí en lo que el producto Apple evoluciona.
La publicidad ha cambiado. Los publicistas inteligentes han pasado de mostrarnos las ventajas de su producto, enumerándolas y dejándonos claro por qué razones son mejores que las de la competencia, a mostrarnos cosas más complejas: sensaciones, emociones.
Porque ya no consiste en que el cliente sea atraído a la tienda a comprar, consiste en que, después de comprar, el cliente se sienta orgulloso de lo que ha hecho. Que sienta, y no tanto que observe y experimente pragmáticamente. El asunto aquí es que Apple ya hacía esto en la década de los noventa: un anuncio de ordenadores en los que no hay ni un ordenador.
He ahí el paso al símbolo, el paso de lo material a lo, falsamente (aunque no del todo falso), espiritual, donde, sin darnos del todo cuenta, compramos sensaciones, más que productos.
Y así es como este símbolo, , se convierte en simbología pop, e incluye dentro de sí la sensación de pertenencia, calidad, y elitismo. Los lleve realmente o no.
Entonces, ¿qué podemos concluir de la empresa y sus gadgets? Yo concluyo, personalmente, que la calidad está ahí, porque no viene sólo de un bando, sino de varios. Y aunque el “embrujo manzanero” esté presente, cegando al usuario mackero, algo es seguro: aunque el salto cualitativo no sea tan inmenso como a veces se hace ver, lo hay, y la experiencia de uso lo merece.
P.D.: La esencia del tema sobre publicidad está sacada de este genial video en Reflexiones de Repronto, y del blog Tabula Rasa el tema de Apple.
P.P.D: Escrito en un MacBook xD.
lunes, 18 de mayo de 2009
Luminancia
El sol me da en la cara. Levando la mirada, buscando algo que tal vez ni yo sepa qué es, y noto las gotas de sudor cayéndome por las sienes.
Encima, absolutamente nada. Pura inmensidad, que me llena de congoja, acompañada de luz y un azul que se pierde en el tiempo. Durante un momento me pregunto qué importancia podemos tener, perdidos en medio de un universo sin fin, que posiblemente nunca entenderemos. Milésimas, no, millonésimas parte de un sistema, que escapa al entendimiento.
Debajo, nada. Arena, que comienza a caldearse a una velocidad vertiginosa, y quema mis descalzos pies. Me planteo cuántos granos habrán, y, sobre todo, si realmente valgo más que un puñado de ellos. Lo cierto es que si es así, tal vez nunca lo sepa. Pero, como de casualidad, me doy cuenta de que estaba equivocado, sí que hay algo entre la arena. Algo que jamás pensé que pudiera estar aquí, y que durante un instante, dudo en coger, superando el miedo al segundo.
Una roca, pero no una cualquiera. Produjo en mí una sensación que jamás había sentido. Era puro hielo, pero desprendía un calor reconfortante. No pude entenderlo. ¿Qué hacía allí, a mi lado, perdido en medio de la “nada”? ¿Estaba destinado a encontrarla? Y, como atravesado por un rayo, me di cuenta. Volví a alzar la vista hacia el espacio, y lo vi. Un haz azul partió el cielo en dos. ¡Era un trozo de cometa!
Muchas veces, parece que generar obras medianamente artísticas depende del estado de ánimo. Yo pienso que, si por lo menos queremos que trasmitan algo de verdad, es cierto. Porque los textos, las canciones, las pinturas o cualquier tipo de expresión de arte, cuando van cargados de emoción, de alguna forma irradian luz, y se sienten dentro.
Si por algo fueron famosos fue por transmitir y evocar, y así, prácticamente toda su discografía sirve como ejemplo.
Words are flowing out like endless rain into a paper cup,
They slither while they pass, they slip away across the universe
Pools of sorrow, waves of joy are drifting through my open mind,
Possessing and caressing me.
P.D.: Pido perdón por la eternidad que tardé en poner la siguiente entrada, pero, sinceramente, estaba en sequía xD. Y a la vez doy las gracias a la cosa y a la persona que han evocado este delirio (^^). La próxima con suerte no tardará mucho en aparecer, básicamente ya está escrita xD, e irá sobre la publicidad, y de Apple. Espero que haya gustado y ¡hasta pronto!
miércoles, 6 de mayo de 2009
De ironías y lógica
Evolucionamos, estamos constantemente cambiando, pero, de alguna forma, nuestra vida acaba basada en algo que nos llama la atención en un momento concreto. Puede resultar hasta macabro.
Creo no ser el único que durante su vida ha querido ser cientos de cosas. Pasé la infancia convencido de convertirme en piloto de aviones. Continué creciendo y por mi mente pasaron muchas profesiones: historiador, arqueólogo, mecánico, informático, músico, ¡hasta físico quise ser! En fin, por vicisitudes de un más que caprichoso destino, aquí estoy, y seguro que gracias a él estarán leyendo estas lineas, porque a fin de cuentas, así han sido las cosas.
Pero las preferencias cambian, y además con una facilidad pasmosa. Basta un detalle. Una figura para nosotros respetable que muestre cierta característica. Alguien a quien apreciamos que demuestre interés por algo que, de primeras, no nos gusta. Prejuicios que, con una valentía reseñable, derribemos. Basta que abramos los ojos. Basta que maduremos, para que algo cambie dentro de nosotros, apenas queriéndolo. Y, visto así, es la historia de mi vida. La de la mía y la de todos. Porque, de alguna forma, nada es tan sencillo, ni tan superficial, y, por supuesto, una cosa nunca quita la otra.
Así se nos presentan miles de encrucijadas. Pero, viéndonos en esta situación, ¿en qué podemos confiar? ¿Deberíamos confiar en lo que en ese momento son nuestros gustos o preferencias? ¿Los mismos que en un tiempo pueden cambiar radicalmente? No tengo la respuesta. Somos, irónicamente, seres ilógicos que pretenden seguir la más recta de las lógicas.
Pero algo puedo imaginar, o en algo puedo creer. En que por lo menos sabemos cómo guiar adecuadamente lo que hacemos, y si, ustedes, lectores, son de algún modo como yo, cuestionadores natos y algo indecisos, será a lo poco a lo que, en época de dudas, podremos firmemente agarrarnos.
Y como, simplemente, me hace feliz (xD) dejo aquí esta pedazo de canción, que, en lo que de momento es mi corta vida, considero la mejor que he escuchado, del mejor disco que he escuchado (probablemente acabe en “Genialidades”). Aunque a saber lo que me deparará el tiempo... Más bien lo que nos deparará a todos.
P.D: Entrada algo más ligera y menos simbólica que lo que venía a ser la dinámica actual, pero no quisiera convertir el blog en un libro de relatos xD, a fin de cuentas se pueden expresar emociones y pensamientos de muchas formas, y la naturalidad es una de ellas. Espero que haya gustado, haya hecho pensar, y ¡hasta pronto!