Me he propuesto redistribuirme. Sí, creo que viene siendo hora ya. Dar paseos sin sentido por la vida no está mal, pero oye, está mejor cuando vas a algún sitio, cuando hay un objetivo.
Volvemos, con varios propósitos, motivados por vaya usted a saber qué. Tal vez a los 50 milímetros que muchas veces me separan de la realidad, que hacen que el fondo no sea sino nada más que fondo, que colorea pero no llena, que resalta lo principal. Tal vez por el calor de la gente, que parece que llena de poco en poco cada vez más, y esas experiencias que esperamos vivir antes de que sea tarde. Tal vez por ese sintetizador que antes odiaba y hoy me suena a gloria, acompaña o no de una fuerte distorsión. Tal vez, como dijo Cartier-Bresson, por la ínfima cantidad de tiempo y luz que caben en 1/125 de segundo, que hacen que seamos parte activa del mundo.
El caso es que el caos vuelve a andar, con proyectos que ya venían de atrás y otros nuevos. Para todos, pero en general para los que piense que no merece la pena tirar el tiempo que pasamos aquí. Merece la pena agarrar lo bueno que tenemos a nuestro lado, esas cosas que muchos otros no ven, pero tú y yo sí. Disfruta de darle profundas y más profundas vueltas a las cosas, y a paladear lo que los demás no saben aún paladear.