Ya pasa de lejos el año cumplido, un año lleno de vivencias por mi parte, y seguro que por la de todos. Un año, y un poquito más, en el que han sucedido treinta y cuatro entradas variadas, diferentes, extrañas y queridas. Pero siempre con objetivos comunes: analizar las cosas, darles sentido, cargarlas de emoción y arte, y sobre todo hacer pensar.
Para mí ha sido una experiencia fantástica (lo digo como si fuera a acabar, pero ni mucho menos), y doy las gracias a la gente que ha leido, ha comentado y me ha dado su opinión. (Aunque ahora mismo, por lo que sé, sea una persona, tal vez 2 xD)
Pero el ritmo ya había cambiado hace unos meses, ya lo saben, y pese a intentar volver a abordarlo, no lo consigo del todo. Por eso mismo, quiero simplemente decir que el blog ha estado descuidado, y, por desgracia, es probable que lo siga estando. Al menos de la forma en que lo estaba dando a entender de aquí hacia atrás.
No es fácil hacer cosas que, dentro de lo que cabe y tal como me parecen, tengan calidad. Tal vez no es la etapa más fácil que paso. Tal vez no hubiera podido hacer más con la poca difusión, y poca retroalimentación, que tiene esto (apenas unos links en varios perfiles personales en internet).
En fin, el caso es que esto cambia, aún no sé muy bien cómo. Dejemos ver que pasa, y por donde me lleva el espíritu.