lunes, 27 de abril de 2009

Abismo Rebosante

Es algo así como un cuento. Un relato de seres vacíos, donde la mayoría viven enganchados en carriles, sin voluntad o iniciativa, movidos por una energía que no saben de donde viene, ni importa. El tiempo, el ansia, los falsos horizontes, el orgullo... Nadie sabe cómo llegaron a ese punto. 

Ahora los cubre una densa capa de metal, aparentemente brillante, y cerrada. Realmente no se sabe lo que hay dentro, nadie ha conseguido verlo, excepto algunos pocos que afirman que al abrirse el metal, a veces hay dentro una persona. Otras no. 
Y tal como están, rebozados en una armadura sellada y absoluta, no pueden ver a nadie. No imaginan que hay nadie más.

Así perpetúa el espíritu, espíritu de dualismo, de dobles caras, de cuerpos huecos. Un mundo donde pocas cosas son lo que parecen, donde se vive detrás de puertas, sin dejar ver nunca lo que hay más allá, lo que hay en las profundidades

Por eso se dice, sin finalidad alguna, que serán valientes los que exploren los abismos, y valientes desafortunados los que lo hagan y no encuentren nada, porque a fin de cuentas, sólo ellos serán los que no estén recubiertos de metal y sigan siendo personas.

 Aún así, siempre habrá para algunos esperanza y confianza. Esperanza en que el ciego vea, en que el haya una persona dentro de la capa metálica, y confianza en que la luz nos bañe a todos por igual, y nos haga abrir los ojos al unísono.

Como si fuera un cuento, aunque, de alguna forma, no lo es.


De regalo, una muy buena canción, Dark/Light, del último disco de John Frusciante, 
The Empyrean, que además viene al significado de la entrada xD. Muy inspiradora, y 
emocional, como toda su música.

¡Saludos y hasta la próxima!

martes, 14 de abril de 2009

Realmente, el amor está en todos los sitios

"Love, Actually, is all around"

Peculiar tema dentro del registro de Delirio Filosófico. Y todo viene por una película que no esperaba ver y, sobre todo, no que fuese, a su modo y dentro de su estilo, tan buena: Love Actually.


Uno de los puntos fuertes de Love Actually está en la recopilación que hace. Muestra el fenómeno no fundamentado, inexplicado y desconocido (xD) que llamamos amor desde muchas perspectivas posibles del día a día: la pareja que acaba de casarse y flota en nubes de algodón de azúcar, ese hombre que hace poco perdió a su esposa y puede ver más claramente que nunca cuán grande fue su amor hacia ella, una pareja madura con peligros de infidelidad, el chico enamorado de la novia de su mejor amigo a la que evita para no meterse entre ellos, un primer ministro que se deja absorber por una secretaria simpática, patosa y regordeta, dos personas que ni hablan el mismo idioma, un niño y su amor infantil, y más que posiblemente me dejo.  

Todo esto, acompañado de un sutil y elegante humor propio de la isla británica, unos actores más que dignos, y un sentimiento de calidez y cercanía hacen de Love Actually, desde mi punto de vista, tal vez la mejor comedia romántica que haya visto, a bastante distancia de todas las demás.



Esta es la escena del chico enamorado de la mujer de su mejor amigo, genial (subid un poco el volumen)


Pero no vamos a quedarnos ahí, a fin de cuentas estamos para ir más allá.
Si hay algo que saco de esta cinta es que sí, el amor está en todas partes, y de todas las formas posibles. Tal vez no el amor romántico, tal vez simplemente el amor filial, o paternal (en algunos casos el ególatra), pero está, y es lo que nos hace fluir con más o menos intensidad en la vida.
Mis (cortas aún) experiencias me dicen que, gracias al amor, he tenido mis mejores sensaciones, emociones y sentimientos, ...y también las peores. Eso me hace pararme a pensar cómo algo tan efímero, simple y, a su vez, complejo, puede influir en nosotros con tal potencia, haciéndonos reír, llorar, ilusionarnos, querer, y sufrir. ¿No es increíble? Tal vez por eso sea una de las cosas más apasionantes del mundo, por la esencia, la conexión y esa intensidad que prácticamente nada más puede aportarnos, excepto las personas.

P.D.: Antes que nada, creo que tengo que pedirte perdón xD, porque me hablaste de esta película hace mucho, y no la vi, aunque me gustó mucho el video de "en navidad se dice la verdad". Así que gracias, fuiste un paso por delante. En fin, otra película que les recomiendo, para pasar un buen rato y dejarse llevar. Espero que les haya gustado, y hasta la pronto. ¡Saludos!

lunes, 13 de abril de 2009

Símbolos


Una vez tuve un sueño. Iba caminando desconcertado por un pasillo, y me di cuenta de algo: no tenía puertas. En lugar de eso, había unas pocas ventanas, que además, al mirar por ellas, parecían a una altura fuera de la vista del hombre. Pude apreciar algo más: no había salida, y pese a que mi mente me decía que debía hacerlo, no quería lanzarme. Como un monstruo poseído por la ira, me descargué a cabezazos con la pared. Notaba las gotas de sangre resbalar por mi cara, incluso podía saborear su ferroso gusto, justo en el momento en el que me percaté de que caía en picado con un peso inusitado, sin solución posible. 
La caída fue una experiencia placentera, a fin de cuentas ahí sí que nada podía salir mal. Hasta llegar al suelo, lógicamente. 
Por mi alrededor pasaron centelleando rostros conocidos: amigos, familiares, amores y compañeros, que al desaparecer dejaron un brillo ecléctico, y me hicieron cerrar los ojos.  
- Ha pasado. Eso fue lo más que pude rescatar de aquel cúmulo de sonidos casi irreconocible, información que además encontré del todo fútil, de primeras.
Entonces, dentro de la penumbra de mis párpados, como si de huellas fotográficas se tratase pude ver un reloj, un pan, un libro y un líquido rojo que reconocí como sangre.
El golpe era inminente, pero de repente, un águila de un color negro que devoraba la luz, descendió repudiada por el cielo a una velocidad asombrosa y me agarró por el dedo anular. Aunque había recibido parte del golpe, el ave celestial consiguió rescatarme, aún notando un brazo dislocado, y sangre saliendo de mi boca. 

Finalmente, me encontré vagando en pleno mar, rodeado de agua, sólo que no era salada. Inexplicablemente me embargó un sentimiento pleno de esperanza, que, automáticamente, produjo que brotaran de mi ombligo miles de ramas, confeccionando un impresionante avión clásico. Un soplo feroz de aire me proporcionó un rápido vuelo, que me hacía ascender sin rumbo ni final posible. A lo lejos, a mi pesar, se encontraba aquel edificio, que se perdía en la inmensidad, y al que parecía dirigirme nuevamente sin opción.

P.D.: Largo tiempo sin actualizar, tal vez gracias a una agitada, en el buen sentido de la palabra, semana santa. En fin, he aquí. Muchos sentimientos y hechos, y poca explicación. Interpretación a gusto del consumidor, en parte es lo bueno de los símbolos, y qué mejor forma de exponerlos que por medio de un sueño (que por cierto, nunca ha ocurrido xD), recurso simbólico por excelencia. ¡Un saludo, hasta pronto!